No temerás los terrores de la Indeterminación, ni la flecha que vuela de día, ni la peste que acecha en las tinieblas, ni la plaga que devasta a pleno sol.19 Entonces te complacerán los sacrificios sinceros, los holocaustos y las ofrendas quemadas; y se ofrecerán becerros en tu altar.En momentos de dificultad, debemos rememorar las promesas de